El sector de la refrigeración industrial y comercial está inmerso en una transformación profunda, marcada por el crecimiento internacional, la innovación tecnológica y un firme compromiso con la sostenibilidad.
Así lo refleja la visión de Susana Rodríguez, presidenta de la Asociación de Empresas de Frío y sus Tecnologías (AEFYT), quien destaca el papel estratégico de esta industria tanto en la economía nacional como en los grandes retos globales.
Según datos de AEFYT, el sector del frío en España genera un volumen de negocio cercano a los 3.000 millones de euros, aglutina a más de 15.000 empresas y da empleo a más de 80.000 profesionales. Su impacto es notable: está presente, de forma directa o indirecta, en el 40% del PIB nacional. Este peso económico va de la mano de una vocación de servicio esencial, especialmente en sectores como el alimentario, la logística, la farmacéutica o la hostelería, donde garantizar la conservación de productos es sinónimo de seguridad y calidad.
EL FRÍO COMO PILAR DE LA CADENA ALIMENTARIA
En este contexto, la refrigeración se reafirma como un elemento imprescindible para garantizar la seguridad alimentaria, controlar la proliferación de microorganismos y mantener el valor nutricional y organoléptico de los alimentos a lo largo de toda la cadena de suministro. Sin embargo, el objetivo ya no es solo enfriar, sino hacerlo de forma sostenible y responsable.
Por ello, el sector avanza hacia soluciones basadas en refrigerantes naturales (como el CO₂ o los hidrocarburos) y de bajo Potencial de Calentamiento Atmosférico (PCA), que permiten reducir el impacto ambiental sin comprometer el rendimiento. Este enfoque, además de cumplir con las exigencias normativas europeas como la F-Gas, posiciona a la industria como un referente en sostenibilidad.
Susana Rodríguez, presidenta de la Asociación de Empresas de Frío y sus Tecnologías (AEFYT)
INNOVACIÓN AL SERVICIO DE LA EFICIENCIA
La evolución tecnológica también está marcando el futuro del sector. En los últimos años se han producido avances clave en materia de eficiencia energética, digitalización y control inteligente de instalaciones. Entre las principales innovaciones destacan los compresores de velocidad variable, los sistemas IoT de supervisión y mantenimiento predictivo, así como la recuperación de calor residual para usos térmicos secundarios.
Estas soluciones no solo optimizan el funcionamiento de las instalaciones, sino que también contribuyen a reducir el consumo energético y las emisiones, favoreciendo una refrigeración más alineada con los objetivos de descarbonización.
RETOS Y OPORTUNIDADES DEL PRESENTE
A pesar de su dinamismo, el sector se enfrenta a retos estructurales, como la falta de mano de obra cualificada. La creciente demanda de técnicos especializados en refrigeración, automatización y eficiencia energética no está siendo cubierta al ritmo necesario. Desde AEFYT, se insiste en la necesidad de reforzar la formación profesional, promover la capacitación técnica y atraer a nuevas generaciones hacia esta industria clave para el futuro.
El horizonte global también es prometedor: se prevé que el mercado mundial del frío industrial y del almacenamiento en frío crezca por encima del 13% anual hasta 2030, impulsado por el auge del sector agroalimentario, el e-commerce, la logística a temperatura controlada y las exigencias medioambientales.
España, con su posicionamiento estratégico, su red de empresas especializadas y su capacidad de innovación, tiene una oportunidad única para consolidarse como referente europeo en tecnologías del frío. Para lograrlo, será clave seguir apostando por la colaboración público-privada, la digitalización avanzada y el desarrollo de soluciones con bajo impacto ambiental.
Desde Abel Vilalta S.L., compartimos esta visión de futuro y seguimos comprometidos con una refrigeración sostenible, eficiente y alineada con los desafíos de nuestra sociedad.
Así lo refleja la visión de Susana Rodríguez, presidenta de la Asociación de Empresas de Frío y sus Tecnologías (AEFYT), quien destaca el papel estratégico de esta industria tanto en la economía nacional como en los grandes retos globales.
Según datos de AEFYT, el sector del frío en España genera un volumen de negocio cercano a los 3.000 millones de euros, aglutina a más de 15.000 empresas y da empleo a más de 80.000 profesionales. Su impacto es notable: está presente, de forma directa o indirecta, en el 40% del PIB nacional. Este peso económico va de la mano de una vocación de servicio esencial, especialmente en sectores como el alimentario, la logística, la farmacéutica o la hostelería, donde garantizar la conservación de productos es sinónimo de seguridad y calidad.
EL FRÍO COMO PILAR DE LA CADENA ALIMENTARIA
En este contexto, la refrigeración se reafirma como un elemento imprescindible para garantizar la seguridad alimentaria, controlar la proliferación de microorganismos y mantener el valor nutricional y organoléptico de los alimentos a lo largo de toda la cadena de suministro. Sin embargo, el objetivo ya no es solo enfriar, sino hacerlo de forma sostenible y responsable.
Por ello, el sector avanza hacia soluciones basadas en refrigerantes naturales (como el CO₂ o los hidrocarburos) y de bajo Potencial de Calentamiento Atmosférico (PCA), que permiten reducir el impacto ambiental sin comprometer el rendimiento. Este enfoque, además de cumplir con las exigencias normativas europeas como la F-Gas, posiciona a la industria como un referente en sostenibilidad.
Susana Rodríguez, presidenta de la Asociación de Empresas de Frío y sus Tecnologías (AEFYT)
INNOVACIÓN AL SERVICIO DE LA EFICIENCIA
La evolución tecnológica también está marcando el futuro del sector. En los últimos años se han producido avances clave en materia de eficiencia energética, digitalización y control inteligente de instalaciones. Entre las principales innovaciones destacan los compresores de velocidad variable, los sistemas IoT de supervisión y mantenimiento predictivo, así como la recuperación de calor residual para usos térmicos secundarios.
Estas soluciones no solo optimizan el funcionamiento de las instalaciones, sino que también contribuyen a reducir el consumo energético y las emisiones, favoreciendo una refrigeración más alineada con los objetivos de descarbonización.
RETOS Y OPORTUNIDADES DEL PRESENTE
A pesar de su dinamismo, el sector se enfrenta a retos estructurales, como la falta de mano de obra cualificada. La creciente demanda de técnicos especializados en refrigeración, automatización y eficiencia energética no está siendo cubierta al ritmo necesario. Desde AEFYT, se insiste en la necesidad de reforzar la formación profesional, promover la capacitación técnica y atraer a nuevas generaciones hacia esta industria clave para el futuro.
El horizonte global también es prometedor: se prevé que el mercado mundial del frío industrial y del almacenamiento en frío crezca por encima del 13% anual hasta 2030, impulsado por el auge del sector agroalimentario, el e-commerce, la logística a temperatura controlada y las exigencias medioambientales.
España, con su posicionamiento estratégico, su red de empresas especializadas y su capacidad de innovación, tiene una oportunidad única para consolidarse como referente europeo en tecnologías del frío. Para lograrlo, será clave seguir apostando por la colaboración público-privada, la digitalización avanzada y el desarrollo de soluciones con bajo impacto ambiental.
Desde Abel Vilalta S.L., compartimos esta visión de futuro y seguimos comprometidos con una refrigeración sostenible, eficiente y alineada con los desafíos de nuestra sociedad.